Dicho de una manera sencilla, la refrigeración pasiva es el medio menos costoso de enfriar una vivienda tanto en términos económicos como ambientales.
Normalmente los requisitos de enfriamiento que hay que tener en cuenta a la hora de construir una vivienda pasiva (Passive House) son dictados por el clima en el que se construye, hay que diferenciar entre:
- Climas cálidos y húmedos donde no se requiere calefacción
- Climas templados y cálidos donde se requiere calefacción y refrigeración
- Climas fríos donde las necesidades de calefacción son más importantes
En nuestro país y clima, en general es necesario prestar especial atención a ambos sistemas: calefacción y refrigeración.
En lo referente al enfriamiento de una vivienda, y dadas las altas temperaturas que pueden tener lugar en verano, existen diferentes recursos que nos permitirán optimizar el enfriamiento de nuestra casa:
- Sombreado de ventanas, paredes y techos de radiación solar directa.
- Techos de colores más claros para reflejar el calor.
- Aislamiento y zonas de amortiguamiento para minimizar las ganancias de calor conducidas e irradiadas.
- Hacer un uso selectivo o limitado de la masa térmica para evitar almacenar las ganancias de calor durante el día.
- Además, es importante maximizar la pérdida de calor usando las siguientes fuentes naturales de enfriamiento:
- El movimiento del aire y la producción de brisas refrescantes
- Facilitar la evaporación
- Reflejar la radiación
- Aislamiento
Como puedes ver, las fuentes de enfriamiento pasivo son más variadas y complejas que el calentamiento pasivo, que proviene de una fuente única y predecible: la radiación solar.
En resumen, para lograr una eficiencia óptima de refrigeración se requieren combinaciones variadas de diseño innovador de aislamiento, movimiento de aire, enfriamiento por evaporación, masa térmica acoplada a la tierra, estilo de vida coherente y aclimatación para brindar un buen enfriamiento.
Además, en nuestro clima puede requerirse enfriamiento mecánico adicional para afrontar condiciones extremas debido principalmente a que el cambio climático provoca temperaturas más altas durante el día y la noche.
