¿Cómo te sientes cuando entras en tu hogar? ¿Feliz? ¿Calmado? ¿Estresado? Hoy en día el estrés está siempre presente, pero tu hogar no debería contribuir más a ello.
A continuación, compartimos algunas soluciones simples para crear tu propio santuario:
1. Todas las habitaciones son importantes
Normalmente siempre tenemos alguna habitación en casa que no hemos terminado de decorar, bien por falta de uso, de tiempo o de ganas. Lo más sencillo es mantener la puerta cerrada y olvidarnos de ella.
Desafortunadamente, estas habitaciones pesan sobre tu inconsciente y descargan tu energía; son esencialmente una tarea que queda por hacer. Para crear armonía, debes “inspirar” cada espacio de tu hogar.
2. Conquista el desorden
El desorden produce caos físico y mental. No solo puede dejarte luchando por encontrar las llaves mientras corres hacia la puerta, sino que puede afectar incluso cuando estás sentado en tu oficina a 20 km de distancia. Pon remedio a este desorden, y ordena ese montón de ropa que dejaste en la silla del dormitorio o los papeles de encima de la mesa del comedor.
3. Color
El color te impacta a un nivel emocional, psicológico y físico. Los estudios han demostrado que el color puede cambiar la temperatura corporal y el apetito. Puede afectar a tu estado de ánimo o nivel de energía. Analiza cómo los diferentes colores te impactan antes de decidir qué tonos pintarás tus paredes.
4. Elimine el “mal rollo”
Las experiencias que has tenido en tu vida cuelgan de las paredes o están colocadas en las estanterías de tu hogar. Probablemente tengas recuerdos asociados con tu sofá o el cuadro de la pared. Cuando las asociaciones son negativas, estos recordatorios pueden vaciarte. Se consciente de los elementos en tu hogar que están asociados con sentimientos negativos. Al eliminar este «mal rollo», estarás un paso más cerca de crear un espacio sereno.
5. Energías positivas
Una vez que hayas analizado los recuerdos que conforman tu hogar, observa aquellos elementos que te hacen sonreír. Comienza a agregar artículos de excursiones divertidas que te recordarán los buenos tiempos y las personas queridas. Estos artículos te darán un impulso, te nutrirán y te inspirarán a medida que avanzas por tu hogar y tu vida.
6. Lema del Santuario
Decide qué cualidades, características y atmósfera deseas crear. Este es tu «Lema del Santuario». Cada uno de nosotros tiene necesidades únicas que nuestro entorno puede ayudarnos a cumplir; comienza a determinar cómo tu entorno puede ayudarte. Coloca este eslogan en un lugar que te sirva como un recordatorio diario para ayudarte a mantenerte enfocado en tu vida ideal y tu hogar.
7. Elementos naturales
Como seres humanos, estamos diseñados para apreciar la belleza natural que nos rodea. Esto sucede especialmente con la naturaleza. Al incorporar elementos naturales en tu hogar, estos alimentarán los profundos deseos de tener una sensación de calma interior y paz.
8. Potencia de las plantas
Las plantas son importantes por muchas razones al diseñar una casa relajante. No solo es una forma adicional de llevar la naturaleza a tu hogar, sino que también ayuda a limpiar y re-oxigenar el aire interior. La incorporación de plantas ayudará a eliminar los elementos nocivos del aire que respiras.
9. Bienvenida ventana
Estamos viviendo en una sopa tóxica que puede crear desarmonía y enfermedades. Desafortunadamente, el aire atrapado dentro de tu hogar es muchas veces más tóxico que el aire del exterior. Abre tus ventanas cada día y recuerda respirar profundo.
10. Zonas tecnológicas
La asignación de espacios para jugar, descansar y trabajar te ayudará a pasar inconscientemente de una actividad a otra con facilidad. Diseña tu hogar con áreas designadas para diversas actividades. Esto crea una señal automática para tu subconsciente que te informa que es hora de una actividad específica.
11. Tomar medidas
Es fácil sentirse abrumado con las tareas de la vida diaria. Tómate un momento para reflexionar sobre cómo te gustaría que se viese tu hogar y tu vida, y comienza dando pequeños pasos cada día para crear un hogar tranquilo y sereno.