5 reglas del diseño de interiores que están hechas para ser rotas

Foto: Melissa McLay Interiors Cualquier diseñador te dirá que hay un arte, incluso una ciencia, para organizar el espacio perfecto. Pero eso no significa que esos mismos diseñadores no rompan de vez en cuando sus reglas «sagradas» que con demasiada frecuencia reciben todo el mérito de una gran trabajo.

Nos encantan las reglas, ya que nos indican hasta donde podemos llegar y hasta donde no dentro de un proyecto, pero de vez en cuando debes revelarte y romper las reglas establecidas si quieres llegar más lejos y ser original.

Sí, un buen diseño puede ser equilibrado de saber cuándo obedecer las reglas, y cuándo romperlas. ¿Quieres ser un experto en romper reglas? ¡Prepárate para rebelarte! Estas reglas de diseño de interiores solo nos están pidiendo que se rompan.

1. Los cuadros siempre deben colgarse al nivel de los ojos

Está claro que hay una base funcional para esta regla, pero si todo en tus habitaciones está a la altura de los ojos, pueden parecer realmente ridículas, especialmente cuando se trata de agrupaciones y paredes de pasillos.

En realidad, esta es una regla que se adapta mejor a las habitaciones con techos de 2,5 a 3 metros, y para cuadros de menos de 75 cm.

Pero si tienes techos más altos y cuadros más grandes, obedecer esta regla puede crear la ilusión de que tus cuadros están cayendo hacia el suelo o aplastando cualquier mueble que hayas colocado debajo de ellos.

En cambio, para lograr una armonía visual óptima, recomendamos dividir mentalmente la pared en tercios horizontalmente, y luego colocar la parte superior de tus cuadros en la parte superior del tercio medio.

2. Las plantas falsas son vulgares

Rápido, ¿qué viene a la mente cuando alguien dice «plantas falsas»? Tal vez el ficus polvoriento en la consulta de tu dentista? ¿Posiblemente el arreglo floral descolorido en la mesa del comedor de tu tía?

Hay que perdonarte por esta suposición. Pero la vegetación artificial ha recorrido un largo camino. Pensamos en la hiedra, los helechos y las flores de seda de los años 90, pero hoy en días hay muchos árboles artificiales de gran calidad.

3. Nunca mezclar maderas o metales

De verdad, prometemos que esta regla está hecha para romperla. Siéntete cómodo mezclando diferentes colores y acabados, y elimina esta regla que puede producir estéticas rígidas y demasiado arregladas.

El diseño de hoy tiene que ver con mezclar las cosas. El truco es hacer que parezca intencionado.

Por ejemplo, los colores superior he inferior de una vitrina no tienen que ser los mismos. Intenta un tono más claro abajo y un tono más oscuro arriba, con un separador contra multitono que une a los dos.

Crear una apariencia cohesiva, es la clave para lograr el perfecto acabado mixto.

Hay mesas de comedor con base de cromo combinadas muy bien con sillas de comedor con marco dorado. Un sofá con patas cromadas combinadas con una mesa de centro de oro o un banco con patas de oro. No pienses en la combinación de metales. Piensa en cómo las piezas en conjunto se complementan entre sí.

4. Los espacios pequeños deben tener muebles pequeños

Es cierto que cargar un estudio de 60 metros cuadrados con muebles de tamaño grande podría provocar algunos problemas prácticos; pero eso no significa que los usuarios de espacios pequeños tengan que conformarse con una con muebles minúsculos.

Los muebles grandes pueden funcionar en un espacio pequeño si se usan en un conjunto de piezas que ahorren espacio.

El mobiliario, el arte o los accesorios de iluminación de gran escala pueden hacer que un espacio se sienta más espacioso en lugar de más pequeño. Pueden evocar un aire de creatividad y confort.

Comienza por priorizar lo que es más importante, como un cómodo sofá o una cama tamaño Queen por ejemplo, y economiza en el almacenamiento y los accesorios.

Por ejemplo, omite las mesas laterales y los aparadores grandes que acaparan el espacio innecesariamente, y en su lugar usa estanterías montadas en la pared, organizadores de armarios y escritorios flotantes para hacer espacio para lo que más deseas de la habitación.

5. La parte posterior del sofá nunca debe mirar hacia la puerta

Hay que admitir que es una gran regla, ya que hay que mantener los espacios abiertos y acogedores.

Sin embargo, ciertos escenarios, a veces requieren una flexibilidad creativa de esta regla.

Digamos que tienes una habitación grande o larga. Dividirla en dos (o incluso tres) áreas de asientos separados puede ser una estrategia efectiva para crear una sensación de intimidad en un espacio tan fío.

En este caso, colocaremos un sofá de espaldas a la entrada. Podemos agregar una mesa a la parte posterior de ese sofá, y algunas veces incluso un segundo sofá espalda con espalda, y luego construimos nuestras áreas de descanso con esos sofás.

Rompe esta regla y divide una habitación de gran tamaño en áreas únicas que pueden funcionar individualmente. ¿Es una obra de diseño canónico? No Pero los resultados podrían refundar tu forma de seguir las reglas.

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