Los apliques de pared, son perfectos para estancias que poseen un techo bajo o poco espacio para lámparas de mesa. Las lámparas de pared han tenido mala fama durante estos últimos años, se tienden a asociar con las casas de campo. En la década de 1980 se fabricaban normalmente de hierro forjado, pero también podemos encontrar por ejemplo versiones con conchas de vieiras que servían principalmente para almacenar polvo y moscas.
Es evidente por qué cayeron en desgracia. Pero, como suele pasar, habiendo sido ignorados por los diseñadores de interiores durante tanto tiempo, los fabricantes tuvieron que reinventarse y actualmente hay una gran variedad en el mercado y se adaptan a cualquier espacio.
Con la actual gama de apliques podemos encontrar uno que se adapte a cada casa. Por eso, antes de que los descartes definitivamente, valoremos algunos lugares donde pueden funcionar realmente bien.
En primer lugar, las luces de pared pueden encajar muy bien en la cocina, donde puedes tener focos en el techo, pero también desees algo un poco más suave si comes allí. Esta es la única habitación donde una lámpara de mesa no funciona. Es posible que no tengas espacio para una lámpara de pie, por lo que la mejor opción es usar las pared.
En cocinas con isla, si el techo es demasiado bajo no podemos colocar las famosas tres luces colgantes. En este caso es posible utilizar una lámpara de pared de brazo largo que pueda balancearse sobre la mesa y volver a la pared cuando no se esté utilizando.
Las luces de pared también pueden funcionar bien en la sala de estar, donde una lámpara colgante puede ser demasiado fuerte de noche y, una vez más, no hay espacio para muchas lámparas repartidas por la habitación. Aunque, en un mundo ideal, deberías colocar capas de diferentes tipos de luces.
También se pueden usar para resaltar una imagen, además ahora puedes comprar algunos modelos que se pueden pintar para que coincidan con la pared y así evitar que se vean. También vienen en diferentes acabados para que no tengas que sufrir con ese brillante latón del “club de caballeros”.
Algunas pueden enfocar la luz arriba y abajo de la pared o simplemente arrojar una suave luz por la habitación.
En el comedor (si tienes uno) las luces de pared colocada alrededor y con velas en la mesa pueden ser una combinación muy agradable. Las velas solas no son suficiente. La luz del techo se puede dejar natural o pintada para que coincida con la pared, que es perfecto para un comedor.
En una habitación pequeña donde el espacio es reducido, una luz de pared dejará espacio en la mesilla de noche para todos los libros que no has leído y los vasos de agua que no has bebido. Hoy en día hay muchos enchufes en la habitaciones, por lo que solo tiene que montarlos en la pared en lugar de agujerear el yeso (lo cual no sería un problema en una reforma) y volver a pintar.
Y por supuesto el baño, donde si no hay luces de pared, desearía haberlas. En cualquiera de los lados del espejo se ven bien. Especialmente si pasas tiempo allí por la noche y quieres una sensación de “spa” en lugar del brillo de las luces del techo.
Hemos incluido muchas opciones diferentes y aunque las luces de pared no son para todos, definitivamente vale la pena tenerlas en cuenta si tenemos un techo bajo o un espacio reducido. Estas son solo algunas ideas, ya que hay miles de estilos disponibles. Tendrás que pulir tu búsqueda a partir de aquí.